Por Marian Brinkman
El año pasado tenía serias
dudas de llegar a cumplir los
70 años. No me había estado
sintiendo bien. Me faltaba
el aire; me dolían los brazos,
parecía tener un constante
dolor de pecho. Hice una cita con la cardióloga,
quien pidió que hiciera una prueba de estrés; los
resultados indicaron que necesitaría múltiples
endoprótesis (o “stent”) en las arterias coronarias y
que tendría que tomar 5 medicamentos diarios por
el resto de mi vida. Yo no quise pasar por la cirugía
a pesar del historial familiar de enfermedades
coronarias: algunos de mis hermanos han muerto
de enfermedades coronarias; otros están tomando
medicamentos contra problemas del corazón. Así
que mis hijos y yo empezamos a prepararnos para
lo que pensamos que serían mis últimos meses de
vida. Así continuaron mis dolores y achaques; me
faltaba el aire al respirar y me tomaba más tiempo
hacer todo; ni siquiera podía llevar la basura al
basurero, fuera de la casa. Una amiga me sugirió
tomar arginina, pensando que me ayudaría a
sentirme mejor. Y así fue. Mis dolores de pecho
desaparecieron y en tres días ya pude caminar, sacar
la basura; cuatro meses después tengo más energía
y me siento mejor que cuando tenía 20 años de
edad. En verdad mi cuerpo empezó a curarse al
tomar arginina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.